Información publicada el lunes, 03 de febrero de 2003. Administrador

Por un bosque humanizado.

Diario de Burgos

«La sociedad española no puede ir permanentemente de gorrona con respecto al propietario forestal socializando su propiedad para garantizar los beneficios medioambientales gratuitamente y encima impedir su desarrollo».

Este es uno de los párrafos que se recoge en el informe elaborado por la Cabaña Real de Carreteros (CRC) y que, de alguna manera, viene a resumir el por qué reclamar mayores intervenciones para los bosques, cuya conservación y costes se concentran en contadas manos mientras que son necesarios y disfrutados por todos.

La redacción de este documento, según el presidente de la CRC, Antonio Martín Chicote, responde a las directrices marcadas por las Naciones Unidas con motivo de la declaración de 2002 como Año Internacional de la Montañas y que, en síntesis, viene a decir que «la sociedad de tierras llanas tiene que ser colaboradora con las comunidades de la montaña porque recibe todas las prestaciones de éstas pero no realiza a cambio contraprestación alguna».

Además de exponer las necesidades medioambientales y sociales de la conservación de los bosques, este informe recoge una serie de propuestas legislativas, organizativas, para la creación de un tejido industrial, certificados de calidad, infraestructuras, así como fuentes de financiación, fondos forestales y de fiscalidad, entre muchos otras, para que las poblaciones asentadas en la Sierra de Pinares, hoy por hoy en el olvido, tengan un nuevo resurgir. «Hasta hace poco, por ejemplo, Quintanar de la Sierra tenía 4.000 habitantes ahora apenas llega a los 2.000 y esto es debido, en su mayor parte, a que los productos forestales se han devaluado un 300 por ciento», afirmó Martín.

Asimismo, el responsable indicó que no se están invirtiendo los 60 euros por hectárea y año en los bosques, cantidad media que se necesita para su conservación. «En todos los bosques europeos este es el ratio selvícola que se está aportando, sin ese dinero ya no están en su estado optimo y en vez de darse los productos que el hombre quiere se obtiene lo que la naturaleza da y eso no es un bosque humanizado del que hemos vivido siempre», sentenció Martín.

EXIGENCIAS. Por todo ello, la Cabaña Real además de haber presentado este informe al Comité español organizador de 2002 Año Internacional de las Montañas, lo ha remitido a otra serie de administraciones públicas en sus diferentes niveles junto a una serie de peticiones sobre las que tienen potestad.
Sin ir más lejos, el Ayuntamiento de la ciudad de Burgos es una de ellas. A esta Corporación, la CRC la insta a que destine el 1 por ciento de las tasas de agua a inversiones en la montaña. «Nosotros estamos rodeados de pantanos, que sobreviven en gran parte porque los masas arbóreas calcan la tierra y no permiten los desprendimientos, pero quién se abastece de ese agua, los vecinos de Burgos», aseveró su responsable.

A la Diputación Provincial le exigen la creación de una Sección Forestal. «Burgos es la mayor provincia arboleda de Castilla y León y está entre las primeras de España. Sus 400.000 hectáreas de monte significa que ocupan un cuarto de su superficie total, pero la institución provincial no tiene este departamento ni ha invertido un duro jamás en materia forestal», apuntó Martín Chicote.

Con respecto a la Cámara de Comercio e Industria de Burgos, este colectivo le ha presentado una serie de propuestas empresariales con el fin de incentivar y propiciar una maraña industrial en torno a los bosques pinariegos noribéricos que supondría la creación de cientos de empleos. Entre estas iniciativas destacan la puesta en marcha de una central de biomasa, que además para los aserraderos supondría dar salida a los sobrantes, un abaratamiento de su factura de luz y, a su vez, permitiría el montaje de secaderos de madera.

Otros proyectos empresariales recogidos son la instalación de empresas de segunda transformación (fábricas de muebles, carpinterías, estructuras, laminados...), la obtención de un certificado de calidad del pino ibérico de Castilla y León, viveros de mejora genética, selvicultura de frondosa preciosas (cerezo, roble, arce...), entre otros, lo que podría conceder unas condiciones idóneas para la unidad de los serradores y poner en marcha una red de comercialización conjunta.

A la Junta de Castilla y León, los miembros de la Cabaña Real le urgen que ponga en marcha el Plan Regional Forestal. «En la Sierra Pinariega, el bosque está capitalizado por lo que no tenemos que esperar como en otras comarcas, como por ejemplo El Bierzo, para que este proyecto se empiece a materializar en intervenciones y medidas», explicó Martín Chicote.

Por último y primordial, este texto también ha sido enviado al Ministerio de Medio Ambiente con el principal objetivo de que agilice la Ley de Montes.

http://www.diariodeburgos.es/

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