Como es usual en la cuenta baja del Arlanza, Ruyales cuenta con una ámplia zona de bodegas particulares reflejo de su tradición vinícola. Cobijada la población en la ladera sur de una colina en cuya loma se encuentra la iglesia, el lado norte es aprovechado para escabar pequeñas bodegas familiares que con el tiempo han ido incorporando un merendero donde era costumbre merendar y pasar la tarde tras la jornada de trabajo