Quedan todavía en nuestros pueblos rastros de lo que fueron, como esta anilla para atar al macho. Nos parece apropiado incluir aquí estas letras que no sabemos muy bien de donde vienen.
Medita con humildad
cuando aquí aparques el coche
si en destreza haces derroche
y alarde en velocidad
Modera tu vanidad
y sírvate de consuelo
que sobre este mismo suelo
cuando llegaba a esta villa,
con el cordel a esta anilla
ataba el burro tu abuelo.