La comarca de Lara ha sido, desde tiempos prehistóricos, una zona de enorme vitalidad y gran densidad de población. Ya antes de los romanos, en las cimas de sus montañas habitaban las gentes celtíberas de la tribu de los Turmódigos, de los que nos han quedado importantes restos en sus castros y necrópolis.
Con la llegada de Roma, la zona cobra mayor importancia, fundándose la ciudad de Lara, importante centro de comunicaciones y comercial. Con la caída del imperio romano, son los visigodos quienes ocupan su lugar, levantando en el siglo VII la sin igual ermita de Quintanilla de las Viñas.
En la edad media, desde el castillo de Lara se impulsa el repoblamiento de todas las tierras que habían quedado desarticuladas tras la invasión árabe. Y es, precisamente, desde Lara, donde el Conde Fernán González construye Castilla.